Para que el perfume evolucione y compruebes si te gusta o no lo ideal es que esperes de 6 a 8 horas tras aplicártelo. Entonces percibirás las notas de fondo y la persistencia del perfume. Por eso, no es recomendable elegir un perfume guiándonos únicamente por una prueba rápida en el punto de venta…
Simplemente preservando el perfume de una luz solar directa y prolongada éste se mantendrá en perfectas condiciones al menos durante un año. Este es un periodo “mínimo”, la mayoría de los perfumes pueden superar los dos años manteniendo perfectamente sus cualidades organolépticas.
Por supuesto, no sólo es posible, de hecho, es normal. Esa variación en la percepción de la fragancia puede obedecer a condiciones de nuestra propia piel como su ph, lo hidratada que esté, si es más o menos grasa. Incluso la temperatura corporal de cada persona también puede alterar ligeramente el olor del perfume. Por eso notas que el perfume “no te huele igual” que a tu hermana…
Para prolongar el aroma del perfume aconsejamos aplicarlo en las zonas calientes del cuerpo, es decir, allá donde notemos el pulso: detrás de las orejas, muñecas, en las corvas de codos y rodillas y en la zona del pecho junto al corazón.
No siempre un cambio de color se debe asociar a un deterioro del perfume, los perfumes están formados por muchos componentes, algunos de ellos naturales, que van cambiando de color conforme el tiempo pasa y pueden producir variaciones de tonalidad en el producto final normales por la evolución del tiempo. Si se trata de un cambio ligero de color no tiene por qué haber problema; haz una prueba olfativa y si la fragancia no ha variado puedes perfumarte con tranquilidad.